El objetivo del proyecto fue trasladar el amor por el producto a su identidad, rescatando tres elementos esenciales que la convirtieron en una lovemark : su forma, sabor y contundencia.
De la mano de un grupo de jóvenes; el target ideal del producto, les pedimos dibujar el empaque de Pícaras según su memoria. Después de un análisis de resultados, rescatamos un conjunto de elementos clave que compartían un mismo patrón: la galleta en toda su forma y el color rojo característico de la marca.
De esa forma, obtuvimos una propuesta final que potencia la simplicidad y transfiere la esencia de la marca hacia la identidad, centrándonos siempre en el elemento principal: la galleta, siendo esta la que se lleva el protagonismo para convertirse en el logo como tal.