Se creó la marca desde cero, desarrollando el ADN y su personalidad, así como su identidad verbal: el nombre, la voz narrativa, los ejes temáticos y mensajes claves. Para ello, se tomaron en cuenta dos elementos clave: la experiencia del usuario y la tecnología. Ambos elementos permiten que Olimpo Bet brinde una experiencia inigualable de entretenimiento, potenciando al máximo el conocimiento y dándole la oportunidad a los usuarios de jugar y ganar con seguridad y velocidad, como un “Dios”.
A nivel visual, se logró desarrollar un logotipo y territorio visual muy distintivo. El resultado nos permitía salirnos de lo común de la categoría con colores vibrantes, pero sin perder estatura de marca.