“La mamama favorita” fue la idea de marca que se descubrió y el reto era transmitir el aroma y sabor de casa visualmente. Llegamos al concepto del bordado clásico de las abuelas: algo hecho con amor, paciencia y dedicación, valores que al final se terminan saboreando en cada visita a Dolce Capriccio.
Bajo esta idea, creamos la trama que acompañaría la gráfica ambiental y los empaques de sus productos, todo con una paleta de color que facilita el reconocimiento de la marca.