“Me gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca (...)

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza"

Pablo Neruda - Me gusta cuando callas

Lo decía Pablo Neruda, también lo decimos aquí.
Si una marca no es capaz de hablar con voz propia, su voz no te toca.

El lenguaje es una de las herramientas más poderosas que tenemos los seres humanos. A través del lenguaje la humanidad ha sido capaz de mover masas, transmitir emociones y construir culturas.

Por eso, es importante que en la actualidad toda marca reconozca el valor de este poder, y así, disponga de esta herramienta de comunicación poderosa que muchas veces queda en el olvido pero que les permita tener una voz propia: identidad verbal.

La identidad verbal es la forma que tienen las marcas de transmitir por medio de sus mensajes su unicidad, su personalidad y su propuesta de valor frente a sus consumidores.

A través de la identidad verbal podemos comunicar quienes somos, lo que creemos y nuestra postura frente al mundo, mediante una voz que nos representa y nos identifica.

Una identidad verbal estratégicamente gestionada nos ayuda a amplificar el valor de lo que dice una marca. Pues, no basta con identificar a quienes nos dirigimos, también hay que saber cómo expresarnos hacia ellos, logrando preferencia a través de nuestra relevancia y diferenciación.

Para construir una identidad verbal con éxito es importante tener en cuenta uno de los principales elementos que la componen:
Voz: Es la expresión de la personalidad de la marca en términos comunicacionales; es divertida como Coca Cola, exclusiva como Louis Vuitton o inspiradora como Nike.

Al fin y al cabo, una marca es como una persona. Cada quien habla de manera distinta, cada quien tiene su estilo, cada quien tiene un tono de voz diferente; algunos son formales, otros coloquiales, algunos son más emocionales, otros racionales, pues, finalmente, todo esto nos hace ser quienes somos, nos hace únicos.

Esa precisamente es la tarea cuando construimos la identidad verbal de una marca, lograr resaltar a través de su voz aquello que la hace única y especial.

Para ello, debemos recoger los rasgos de personalidad que mejor identifiquen a nuestra marca y desarrollarlos verbalmente. Veamos un ejemplo de aplicación de identidad verbal, una marca que todos conocemos: Nike.

Los rasgos de personalidad que más identifican a Nike son los siguientes: Activa y Competitiva.

En ese sentido, a través de la identidad verbal Nike traduce su personalidad en una voz Enérgica, Retadora e Inspiradora.

Lo que abre camino a crear mensajes como el siguiente: El límite ya no está en tus pies, está en tu mente.
O inclusive hasta el mismo tagline: Just do it.

Construir una Identidad Verbal no solo les permite reflejar su personalidad y su esencia en RRSS, en un spot de TV o los textos de su Web, sino también les ayuda a crear una experiencia coherente en todos los puntos de contacto en los que comunican algo.


En Infinito co-creamos marcas imposibles de ignorar. Para lograrlo es importante tener clara una premisa: construir marcas con voz propia.
Tan simple como agregarle un poco de extra a lo ordinario.