Reinventando el futuro con energía circular
SMI es una empresa peruana con presencia internacional dedicada a ofrecer soluciones integrales de packaging que asumió el desafío de transformar la percepción del plástico. Lo que antes se entendía como un problema ambiental, hoy se convierte en una oportunidad: el plástico como parte de un ecosistema circular responsable que impulsa sostenibilidad, innovación y desarrollo.
En INFINITO, acompañamos este proceso a partir de un cambio trascendental: la evolución de San Miguel Industrias a SMI. Una abreviatura que sintetiza claridad, modernidad y proyección global, y que al mismo tiempo consolida a la marca como referente de su categoría.
Desde la estrategia, trabajamos el concepto de energía circular como eje rector de la nueva identidad. Esta idea transmite movimiento, regeneración y continuidad.
El nuevo logotipo se modernizó para proyectar cercanía y solidez, acompañado de un símbolo helicoidal que representa dinamismo y circularidad. Esta forma icónica conecta de manera directa con el concepto estratégico de energía en constante movimiento.
La tipografía Whyte Inktrap, con su carácter contemporáneo y versátil, asegura consistencia y legibilidad en todos los soportes, mientras que la paleta cromática basada en verdes vibrantes refuerza el compromiso de la marca con la sostenibilidad. El estilo fotográfico y los elementos gráficos incorporan referencias a la circularidad, construyendo un lenguaje visual coherente que refleja tanto innovación como impacto positivo.
Más allá del cambio visual, en INFINITO definimos un posicionamiento que proyecta a SMI como un agente de cambio en la industria. Su sistema estratégico parte de la convicción de que el plástico puede ser un camino hacia la sostenibilidad, que el cambio comienza hoy e involucra a todos, y que la acción debe primar sobre el discurso. Con una personalidad perseverante, pionera e inspiradora, SMI se consolida como un aliado confiable para empresas que buscan transformar sus procesos hacia un impacto positivo.
El resultado es una identidad integral, coherente, consistente y diferenciadora que trasciende lo visual. Desde la estructura de marca hasta sus aplicaciones digitales y físicas, SMI proyecta propósito, innovación y sostenibilidad en todos sus puntos de contacto. Con esta evolución, la marca no solo redefine su rol en el mercado, sino que abre camino para liderar la conversación global sobre el futuro del packaging en clave circular.
