Por: Claudia Boggio
Ilustraciones: Franco Carmona y Kiara Romero
Antiguamente, las tribus no sólo eran esenciales para nuestra supervivencia, sino que también nos daban un sentido profundo de pertenencia y comunidad.
Por ejemplo, desde tiempos milenarios, las religiones tiene símbolos que motivan ese sentido de pertenencia. Los símbolos religiosos son los primeros ejemplos de Branding en el mundo.
Hoy en día, que nuestras posibilidades e intereses son diversos, seguimos anhelando ese sentido de pertenencia y una identidad sólida. Ahora, lo encontramos en las marcas que nos rodean. Ellas se han convertido en algo más que simplemente productos; se han transformado en nuestras tribus modernas.
Piensa en cómo cada marca atrae a personas con valores similares.
¿Has sentido la camaradería y el espíritu de equipo en un partido de fútbol de tu equipo? En ese momento, te sientes parte de una familia unida por el amor a tu club. ¿No te sientes en “tu lugar” cuando estás rodeado de otros amantes de la libertad en un evento de Harley-Davidson? ¿O cuando estás debatiendo ideas innovadoras en una charla TED, rodeado de gente apasionada y diversa?
Las marcas moldean nuestra identidad y estilo de vida. El simple hecho de tener un producto de cierta marca puede ser una declaración sobre quiénes somos y qué nos importa.
Incluso en la era digital, las marcas nos ofrecen espacios donde podemos compartir nuestras experiencias y aprender unos de otros. Desde talleres presenciales organizados por diferentes marcas hasta comunidades en línea donde el aprendizaje colaborativo es el nombre del juego.
Así que sí, las marcas se han convertido en nuestras tribus modernas, satisfaciendo esa necesidad innata de pertenencia e identidad de maneras tan diversas como nosotros mismos. Y en un mundo en constante cambio, es reconfortante saber que aún podemos encontrar un lugar donde encajamos, donde somos entendidos y aceptados, gracias a nuestras tribus de marca.
¿Que está haciendo tu marca para construir su comunidad?